Creen que van a cambiar el clima:
Escrito por el Comité Editorial del Wall Street Journal el 28 de febrero de 2022. Negritas y paréntesis añadidos.
La invasión rusa de Ucrania es como una llamada de atención a las 3 de la mañana para el presidente Biden y la clase política liberal de Estados Unidos: ¡Cesen su guerra contra la energía estadounidense!
Las obsesiones climáticas de Europa la hicieron vulnerable a la extorsión de Vladimir Putin, y Estados Unidos corre el peligro de repetir ese trágico error.
Nada menos que Igor Sechin, CEO de la empresa estatal rusa Rosneft, advirtió a Europa el verano pasado:
“Algunos ecologistas y políticos instan a una transición energética apresurada, pero eso requiere de la implementación irrealísticamente rápida de fuentes de energía renovable y enfrenta problemas con las reservas energéticas que garantizan la confiabilidad y la estabilidad de la generación eléctrica”.
Los fuertes subsidios a las renovables de Europa han hecho que la energía nuclear y de carbón no sea económicamente competitiva.Los gobiernos también han obligado a muchas plantas nucleares y de carbón a cerrar prematuramente, creyendo que la energía eólica y solar podrían reemplazarlas. Hello..? Las energías renovables no proporcionan energía confiable los 365 días del año, las 24 horas del día.
Europa se ha visto obligada a depender cada vez más del gas natural para mantener las luces encendidas. Pero los gobiernos han prohibido la fracturación hidráulica (fracking), lo que les habría permitido abastecer sus economías con gas de producción nacional.
Europa ahora importa casi todo su gas, con un 40% proveniente de Rusia.
El viento lento el verano pasado hizo que la demanda de gas natural y los precios se dispararan. Algunos fabricantes tuvieron que cerrar. Luego, Rusia ralentizó las entregas de gas, limitando el suministro de Europa de cara al invierno. Ventaja estratégica: Putin.
La Administración Biden ha estado luchando por suministrar gas a Europa en medio de las amenazas del Kremlin de cortar el suministro. (Algo que la guerra ha hecho realidad).
Las navieras han redirigido embarques de gas natural licuado (GNL) a Europa desde Asia. Con lo que las economías asiáticas han pasado a quemar más carbón .
En otras palabras, Europa ha reducido sus emisiones de CO2 al externalizarlas.
Las políticas anti-carbón de Europa tendrán cero impacto en las emisiones globales. China tiene seis veces más energía de carbón en desarrollo que toda la capacidad de carbón de Alemania.
China ha prometido reducir las emisiones antes de 2030, pero si cree en eso, el Sr. Putin le tiene una promesa de paz para venderle.
El Sr. Biden debería estar explotando la ventaja energética local de Estados Unidos. En cambio, ha pasado un año desarmando la de Europa (y la propia).
Suspendió los arrendamientos en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico de Alaska, detuvo los arrendamientos de petróleo y gas en tierras federales y eliminó el oleoducto Keystone XL, que habría ayudado a Canadá a desarrollar sus arenas bituminosas.
Los grupos ecologistas y los estados demócratas han agravado el masoquismo al obstruir nuevos oleoductos, lo que limita el desarrollo de las instalaciones de exportación de GNL, especialmente en la costa atlántica.
En 2018, el Noreste (de EEUU) tuvo que importar GNL ruso debido a la escasez de capacidad de gasoductos. El Sr. Putin puede agradecerle al depuesto gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo, por ello.
La pandemia provocó que la producción estadounidense cayera a medida que la demanda y los precios se desplomaban. Pero los precios del crudo han superado el punto de equilibrio para la mayoría de los yacimientos petrolíferos desde diciembre de 2020.
No obstante, la producción de petróleo de EE.UU. está 1,5 millones de barriles diarios por debajo del máximo previo a la pandemia y un 15% por debajo del pronóstico de fines de 2019 de la Administración de Información de Energía.
La producción ha aumentado en la Cuenca Pérmica (Texas), donde el punto de equilibrio es de unos 35 dólares por barril. Pero los gigantes del petróleo y el gas han recortado las inversión en nuevas obras y redirigido el dinero a las energías renovables subsidiadas.
Las empresas responden tanto a las señales políticas como a los precios, y deben considerar los riesgos y los rendimientos a largo plazo.
Los demócratas han prometido impuestos más altos sobre el petróleo y el gas, incluidos $ 100 mil millones para Build Back Better, así como nuevas cargas regulatorias que reducirán su rendimiento del capital.
Blackstone, la firma de capital privado, está poniendo en la lista negra nuevas inversiones en petróleo y gas, informa Bloomberg.
“No es una postura moral o ética”, dijo Jean Rogers, director global de Medio Ambiente, Social y Gobernanza (ESG) de Blackstone. “¿Está leyendo las señales en el mercado?”. Bueno, sí.
Los directores ejecutivos de energía no están conspirando para aumentar las ganancias. Los precios responden a las fluctuaciones de la oferta y la demanda, así como a las expectativas del mercado.
Los precios del crudo aumentaron el año pasado porque la producción no ha seguido el ritmo de la demanda. “El mundo corre el riesgo de sufrir un grave déficit de petróleo y gas”, señaló el verano pasado el CEO de Rosneft. “El mundo consume petróleo, pero no está dispuesto a invertir en él”. (Lo que afecta a los países importadores de combusibles como Chile).
Tiene razón, al menos sobre Occidente. Rusia está invirtiendo fuertemente para desarrollar sus recursos de petróleo y gas, especialmente en el Ártico.
¿Y adivine quién se beneficia de los altos precios? El petróleo a 100 dólares el barril financia los misiles de crucero que golpean Kiev. Putin será el vencedor de la guerra autodestructiva de Estados Unidos contra los combustibles fósiles.
Las víctimas serán cientos de millones de estadounidenses, obligados a pagar más por una energía que se volverá menos confiable. Los precios más altos de la energía obstaculizarán el crecimiento económico y de los niveles de vida.
Si el impacto estratégico de Ucrania no despierta a los demócratas a esta realidad, los republicanos deben machacar con ella a los votantes todos los días hasta el 8 de noviembre (día de elecciones palamentarias en EEUU).
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