Gráfico con las variaciones de temperaturas en el hemisferio norte entre los años 1000 y 1999. A la súbita alza de la temperatura registrada desde comienzos del Siglo XX se le llama "fusta de jinete".
Sepa más.
Ha actuado como científico independente por más de cuarenta años. Es Honorary Visiting Fellow del Green College, Universidad de Oxford. Fue elegido miembro de la Royal Society en 1974 y como Acompañante de Honor de la Reina Elizabeth II en 2003. Además ha recibido premios internacionales por sus aportes medio ambientales: Premio Blue Planet, Volvo y la Medalla Wollaston de la Geological Society de Londres.
El aporte principal de James Lovelock es la Teoría de Gaia, actualmente aceptada con el nombre menos poético de Sistema Científico de la Tierra, y por el descubrimiento en l972 de los CFCs en la atmósfera y su posterior monitoreo. Es inventor del "detector de captura de electrones" (ECD), un sencillo y sensible aparato capaz de detectar trazas de elementos en la atmósfera*, con este instrumento se dió la alerta sobre la contaminación generalizada de pesticidas y PCBs.
A través de su carrera como científico ambientalista ha apoyado la energía nuclear como la preferida para el suministro de electricidad. Es autor de cinco libros y más de 200 artículos científicos.
*=La patente de este invento le fue arrebatada, este invento es ámpliamente utilizado en la detección de elementos contaminantes.
No está solo, otros ecologistas han estado cambiando de posición recientemente y se espera que otros lo hagan en el futuro. Uno de ellos es el ex-presidente de Greepeace Patrick Moore.
Moore afirma que: "La energía nuclear es una bendición para salvarnos del cambio catastrófico del clima". Moore hace un repaso de los problemas de la energía nuclear -la seguridad, el terrorismo, las armas nucleares o los residuos de alta actividad- y los deja reducidos a inconvenientes asumibles ante el cambio climático. Los denomina simplemente "mitos de la energía nuclear".
Con esta defensa Moore, uno de los ecologistas pioneros que fundó Greenpeace en el año 1971 y que fue su presidente por 8 años, ha desatado la ira de sus antiguos compañeros. En una columna publicada en el ’The Washington Post’ y reproducida en varias cadenas periodísticas de todo el mundo defiende la producción de electricidad mediante la fisión atómica.
Moore hace un encendido elogio de la energía nuclear, y lo que un día pensó que podría llevarnos al "holocausto", hoy lo considera una bendición para salvarnos "del cambio catastrófico del clima". Lo negro lo ha convertido en blanco y reclama al movimiento ecologista mundial "poner al día sus opiniones".
Casi 35 años después de que Moore se embarcara en un pequeño velero junto a otros históricos de Greenpeace para acudir a las islas Aleutianas a impedir las pruebas nucleares de EEUU, este ecologista que abandonó la organización en 1984, ha dado un giro de 180 grados respecto a la línea ortodoxa del ecologismo mundial frente a la energía nuclear.
Con respecto a las armas nucleares, Moore argumenta que el mayor genocidio de las últimas dos décadas ha tenido lugar en Africa con un millón de muertes y se realizó con machetes y no bombas atómicas.
En cuánto a la proliferación nuclear, propone el "uso de la fuerza" para evitar que terroristas o países -cita expresamente los "planes malvados" de Irán- utilicen las armas nucleares con fines destructivos. Eso sí, reconoce que este aspecto negativo es el más problemático. Más incluso que los residuos del combustible nuclear quemado, para los que propone la reutilización continua en un permanente reciclado del uranio y el plutonio.
En su artículo afirma:
"Las más de 600 plantas de energía a carbón de Estados Unidos emiten cerca de 2 mil millones de toneladas de CO2 al año -- el 36 por ciento de las emisiones de EEUU o casi el 10 por ciento de las emisiones globales -- equivalentes a los gases de los tubos de escape de unos 300 millones de automóviles. Además el Consejo del Aire Límpio (de EEUU) ha informado que las plantas a carbón son responsables del 64 por ciento de las emisiones de dióxido de asufre, 26 por ciento de los óxidos nitrósos y 33 por ciento de las emisiones de mercurio. Estos elementos polucionantes están erosionando la salud de nuestro ambiente, produciendo lluvia ácida, smog, enfermedades respiratorias y contaminación de mercurio".
"Al mismo tiempo, las 103 plantas nucleares que operan en Estados Unidos evitan eficientemente la liberación de 700 millones de toneladas de CO2 al año -- equivalentes a los gases de los tubos de escape de unos 100 millones de automóviles. Imagínense si la relación entre plantas a carbón y nucleares se invirtiera y sólo el 20 por ciento de nuestra electricidad se generara con carbón y el 60 por ciento de plantas nucleares. Esto sería un gran avance hacia limpiar el aire y reducir las emisiones de gases de invernadero. Cualquier ambientalista responsable debiera apoyar una iniciativa en esa dirección".
NUEVAS DECLARACIONES DE MOORE
(1 Sept. 2007) Recientemente, uniéndose al científico ecologista James Lovelock, autor de "la Teoría de Gaia" y del libro recientemente publicado en español, "La Venganza de la Tierra (Gaia)" afirmó que:
"Las decisiones respecto a la energía deben fundamentarse más en la ciencia y menos en la política y las emociones". Moore llama a la energía nuclear “la única fuente de energía que no emite gases de invernadero, capaz de reemplazar efectivamente a los combustibles fósiles y satisfacer la demanda global”.
De hecho la industria de la energía atómica ha causado mucho menos daño que la del carbón o del petróleo, donde todos los años los accidentes cobran la vida de cientos de mineros en todo el mundo. Moore afirma que actualmente “Hay una gran cantidad de demostraciones científicas que demuestran que la energía nuclear es una opción segura ambientalmente”. Moore cree que sus antiguos colegas de Greenpeace no son realistas cuando llaman a terminar con la producción de energía nuclear y del carbón en el mundo.
“Simplemante no existen formas alternativas de energía disponibles para reemplazarlas ambas a la vez. teniendo que elegir entre la opción nuclear por un lado y el carbón, petróleo y el gas natural por el otro, la energía nuclear es lejos la mejor opción, ya que no emite ni CO2 ni otros gases contaminantes”.
(3
Nov. 2006 Scientific American – CA) Si no se detiene
a la brevedad la excesiva pesca de mariscos en los
océanos de la Tierra, los guisos de
mariscos recogidos del mar existirán sólo en las anécdotas históricas.